BAD CHOPPER (la banda de CJ RAMONE) en Complejo Troya
Teloneros: ABISMO – RUDOS WILD – FUCKIR – EL ÚLTIMO DE LOS RAMONES – LA SANGRE DE VERÓNIKA
Viernes 15 de Agosto de 2008
por Jorge Patacas
Dos años después de la visita del legendario baterista Marky Ramone a nuestro país, otro de los miembros sobrevivientes de la banda punk The Ramones, llegaría a Uruguay. Se trataba de Christopher Joseph Ward, más conocido como CJ Ramone, aquel bajista que ingresó en las filas del cuarteto neoyorkino en 1989 sustituyendo al histórico Dee Dee Ramone, manteniéndose en el puesto hasta el último show que diera la banda el 6 de Agosto de 1996 en Hollywood.
Luego de su paso por The Ramones, CJ emprendió un nuevo proyecto más orientado al Hard Rock llamado Los Gusanos, el cual no duró demasiado, y ya en el 2000 vuelve a sus raíces punk con una nueva banda, Bad Chopper. El álbum debút de esta banda fue editado este año y esa era la excusa perfecta para que el bajista y los suyos realizaran una gira sudamericana que afortunadamente los traería a nuestro país.
Cerca de las 20:30 hs. del pasado 15 de Agosto, se abrieron las puertas de Complejo Troya, y aún con escaso público dentro, la primera de las cinco bandas teloneras locales, Abismo, se encargaba de abrir el evento.
Aproximadamente media hora estuvieron sobre el escenario con su propuesta de punk rock sin muchas vueltas tocando alrededor de diez temas.
Ya con más público en el local, llegaba el turno de Rudos Wild, quienes hicieron un set parecido al realizado con Misfits, incluyendo el tema «No Toleraremos», para el cual grabaron un videoclip, logrando enganchar un poco más a los presentes.
La banda oriunda de Florida, Fuckir, fue la siguiente en salir al escenario, con un estilo diferente, más orientado a lo alternativo, percibiéndose influencias de los argentinos Carajo. Desafortunadamente el trío no sonó bien esa noche, y no logró convencer a una audiencia en su mayoría adolescente hambrienta del más puro punk rock.
Contrariamente a lo que uno podía pensar sobre la siguiente agrupación llamada El Último De Los Ramones, su estilo difiere musical y estéticamente con el de los norteamericanos. Esto quedó demostrado al salir en escena tres de los cuatro integrantes disfrazados de manera bastante infantil, realizando un punk rock «fiestero» que hizo reir solo a un sector del público, haciendo uso y abuso de un lenguaje vulgar y adolescente, pero a medida que iban pasando los temas, el chiste ya perdía su gracia, y la multitud se impacientaba por lo que vendría luego.
Así fue que llegó el momento de La Sangre de Verónika, banda de más de quince años de trayectoria, muy esperada por los presentes, y aquí fue donde el pogo y los cantos se hicieron sentir por primera vez esa noche. El trío hizo temas de sus cuatro discos de estudio, casi sin respiro, incluyendo sus clásicos «Extraño», «El Extremo», «Escupir» y la más reciente «Mugre Y Furia» que jugó como bis para cerrar su show, mientras la gente no dejaba de corear el nombre de la banda.
Luego de unos minutos, llegó finalmente el plato fuerte de la noche, CJ Ramone y su banda Bad Chopper se adueñaron del escenario y luego de saludar a la multitud dieron rienda suelta a una seguidilla de temas tanto propios como de los Ramones ante la atención de un público cuya respuesta fue de menor a mayor a lo largo de todo el show. Los temas propios resultaron ser muy gancheros con una fuerte influencia «ramone», pero con propia personalidad, destacándose «Do It To Me», primer corte de difusión del disco, «Sick Of It», «Good Enough For Me», y «Lucky Girl». Otros temas propios fueron «Headshot», «Ain’t No Criminal», «Come On Now», «Lucky Girl» y «All The Pretty Girls», siendo alternados con clásicos de los Ramones de los que cantaba CJ en su época con la banda y Dee Dee previamente. Así pasaron «Wart Hog», «Main Man», «The Crusher», «Cretin Family», «Scatter Gun», «Punishment Fits The Crime», «Got A Lot To Say», «Strength To Endure», «Endless Vacation» y el cover de Motörhead, «R.a.m.o.n.e.s.», con la cual cerraron los primeros bises. Para los segundos, CJ salió a escena junto a los tres integrantes de La Sangre De Verónika para tocar dos clásicos de los que cantaba Joey Ramone, «I Don’t Wanna Go Down To The Basement» y «I Just Wanna Have Something To Do», culminando así una gran presentación que contó con muy buen sonido, y dejó satisfechos a todos los fans presentes esa noche.